lunes, 23 de mayo de 2011

Anécdota electoral

Bueno,como tengo el blog un pelín abandonado,adornaremos esta tercera pagina de mi cuaderno virtual a contaros lo "bien" que se lo pasó mi padre al ir a dejar su voto en el día de ayer.
Como cualquier otro ciudadano más mi padre se dirigió a depositar su elección,como ha hecho todos estos años atrás,pero esta a sido una vez  muy particular,pues cuando se dirige a echar el papelito se encuentra con la sorpresa de que no está empadronado ni censado como ciudadano montijano. Y me pregunté: ¡¿como ha votado estos años atrás?!.
Pero la cosa no quedó hay,sin querer arrojó el voto a la urna,y le dice el señor que se encontraba allí que su voto no valía,y a eso sumarle que la cola se convirtió en todo un espectáculo pues hizo gracia ver a aquel señor intentando coger el voto mientras llamaba al responsable de todo el "tenderete".Por tanto mi padre se vino a casa sin votar,cosa que tampoco es que le afectase,dicho sea.
Pues bien,eran las 6 de la tarde cuando un señor llama a mi puerta haciendo levantar a mi padre de su siesta para que vaya a arreglar sus papeles ¡un domingo!.
A ESTO SE LE LLAMA INTERÉS POR UN DICHOSO VOTO.
Que bien me sentó el no ir yo a votar :D

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